Tomamos el día y fuimos a visitar los pueblitos mineros de Zipaquirá y Nemocon.
Solo de pronunciar estos nombres, parece que estamos entrando en un libro de García Márquez
El día estaba soleado y después de un picnic tuvimos derecho a un helado (Arequipe, Vainilla y Moras fueron los sabores escogidos).
Estas tierras de mineros nos dejaron la oportunidad de entrar en las profundidades de la Tierra.
En Nemocon, de manera más simple y tradicional y, en Zipaquirá, en una Catedral de Sal despampanante, casi al estilo Hollywood!
Un día bien pasado en unos de los puntos que no se pueden perder en los alrededores de Bogotá.